Por: JOSE FERMIN CANDEL
La Segunda Guerra Mundial superó a la Primera Guerra Mundial,
tanto por la duración y la intensidad de los combates, como por las pérdidas
humanas y los recursos que se utilizaron. Participaron 72 Estados, fueron movilizados
110 millones de hombres y hubo más de 40 millones de muertos.
Aunque no existe una única causa o razón por las que se
produjeran las condiciones políticas, económicas y sociales que desencadenaron
la II Guerra Mundial, si una combinación de todas ellas.
Al finalizar la Primera Guerra (1914-1918), se firmaron
tratados de paz entre naciones, que para algunos países resultaron injustos, lo
que produjo rencores en la población y revanchismo. Por ejemplo, el Tratado de
Versalles redujo los territorios de Alemania y Austria, zonas pobladas de
germanos.
Podemos citar algunas de las cláusulas de este tratado, como
una de las principales causas de esta guerra:
Clausulas económicas:
1. Pago de indemnizaciones por parte de Alemania (concretamente,
132 000 millones de marcos-oro lo que equivale aproximadamente a 442 000
millones de dólares estadounidenses a fecha de hoy, una suma que Alemania no
podía pagar y que muchos economistas en el momento consideraron excesiva, ya
que significaba más que las reservas internacionales de Alemania, que según
muchos autores causó la posterior hiperinflación)
2. Entrega anual de 44 millones de Kg de carbón, 371 000
cabezas de ganado, la mitad de la producción química y farmacéutica, la
totalidad de cables submarinos, etc., durante cinco años.
Clausulas militares:
1. Reducción del ejército alemán al máximo hasta llegar a
los cien mil soldados y cuatro mil oficiales y la no posesión de ninguna arma
moderna de combate como tanques, aviación y submarinos.
2. Disminución de la flota alemana a buques menores de
10.000 toneladas.
3. Prohibición de fabricar material de guerra.
1. Según el artículo 231, Alemania (y sus aliados) fueron la
única responsable de la guerra
“Los gobiernos aliados y asociados declaran, y Alemania
reconoce, la responsabilidad de Alemania y sus aliados por haber causado todos
los daños y pérdidas a los cuales los gobiernos aliados y asociados se han
visto sometidos como consecuencia de la guerra impuesta a ellos por la agresión
de Alemania y sus aliados.”
2. Se prohíbe el ingreso de Alemania en la Sociedad de
Naciones.
Clausulas territoriales:
1. La requisición de todas las colonias alemanas que serán
repartidas entre Francia, Reino Unido, Bélgica, Unión Sudafricana, Japón, Australia,
Nueva Zelanda y Portugal.
El tratado fue firmado el 28 de junio de 1919 y ratificado
por la Asamblea Nacional el 9 de julio de 1919 con 209 votos a favor y 116 en
contra.
Este es el origen de la leyenda negra de la "puñalada
en la espalda". Los nacionalistas de derechas y ex - líderes militares
comenzaron a culpar a los políticos de Weimar, socialistas, comunistas y a los
judíos por la supuesta traición nacional de Alemania. Esta fue la melodía que
los nazis y otros nacionalistas de derechas tocarían continuamente en el
siguiente período, culpar a los extranjeros, a los judíos y
"traidores" por las miserias y sufrimientos del pueblo alemán.
Una declaración del Partido Conservador Alemán hizo
estremecer a los países de alrededor, los cuales esperaban una próxima
represalia alemana: "Odiamos con todo nuestro corazón la presente forma
del Estado Alemán, porque nos niega la esperanza de rescatar nuestra
esclavizada patria, de purificar del pueblo alemán la mentira de la guerra y de
ganar el necesario Lebensraum en el Este”.
Además, en segundo lugar, estaban los problemas étnicos que
se fueron haciendo cada vez más graves. De ahí fue surgiendo el sentimiento de
superioridad de la raza germana (raza aria) sobre otros grupos raciales (principalmente
los judíos, que controlaban la economía capitalista, y quienes, según la visión
de los nazis, habían dividido a los pueblos germanos e interrumpido su
desarrollo económico y también otros como los latinos, gitanos, negros, etc.)
Por otra parte la crisis económica mundial, conocida como
“el crack del 29” por suceder en el año 1929, también jugó un papel crucial.
El “crack del 29” fue la devastadora caída del mercado de
valores en la historia de la Bolsa en Estados Unidos, que dio lugar a la Crisis
de 1929 también conocida como “La Gran Depresión”.
Se suelen usar las siguientes tres frases para describir
este derrumbe de las acciones: Jueves Negro, Lunes Negro y Martes Negro. Todas
ellas son apropiadas, dado que el crack no fue un hecho de un solo día. La
caída inicial ocurrió el Jueves Negro (24 de octubre de 1929), pero fue el
Lunes Negro y el Martes Negro (28 y 29 de octubre de 1929) el que precipitó la
expansión del pánico y el comienzo de consecuencias sin precedentes y de largo
plazo para los Estados Unidos.
La crisis económica se debió a la especulación (los bancos
concedían préstamos a las empresas que los utilizaban para falsear sus cuentas
y aparentar que tenían beneficios, además, muchos particulares pedían prestamos
al banco para invertir en bolsa. Todo este capital no productivo aumento el
tipo de interés y llevo a la ruina a muchas empresas que no pudieron pagar sus
créditos) y la superproducción (Durante la Primera Guerra Mundial, los países
habían centrado su economía en la producción de guerra y otros países lo
sustituyeron en la producción de mercancías para el mercado internacional.
Finalizada la guerra, los países europeos volvieron a su producción habitual,
lo que generó en excedente de productos).
La crisis se extendió rápidamente a escala mundial por dos
motivos:
1. Estados Unidos redujo sus importaciones, lo que llevo a
la crisis a los países que le suministraban materias primas (sobretodo países
latinoamericanos)
2. Los bancos
estadounidenses retiraron los capitales prestados durante el Plan Dawes, lo que
llevo a Alemania y a Austria a una fuerte crisis económica. La producción
industrial se redujo cerca del 58%. El paro afectó a más de 6 millones de
trabajadores y la agricultura quedó al borde del colapso. Ante esta situación
el gobierno excluyó la devaluación por temor a una nueva inflación y escogió la
deflación.
La moneda alemana no valía nada, para comprar una caja de
cerillas era necesaria una carretilla llena de billetes (incluso, se tuvo que
emitir un billete de cinco millones de marcos).
La clase media estaba en una
situación de fermento revolucionario y los socialdemócratas desacreditados. El
Partido Comunista y el Partido Nacionalsocialista (partido Nazi) crecía a
saltos agigantados y surgió la cuestión del poder.
También se dio la situación de que las democracias en esa
época eran frágiles (sus primeros años de vida se desarrollaron en un momento
de crisis económica, lo que provoco tensiones sociales y en algunos países se
llegaron a producir levantamientos obreros y campesinos). Entre las clases
medias se empezó a temer una revolución comunista y en este contexto de crisis
tanto económica como política en algunos países se impusieron regímenes
dictatoriales (el caso más famoso fue el de Italia, donde Mussolini, al frente
del partido Fasci Italiani di Combattimento, se hizo con el poder. También se
establecieron dictaduras en otras partes como en España, con Primo de Rivera;
en Po9lonia, con Pilsudsky; en Hungría, con Horthy; en Yugoslavia, con el rey
Alejandro I; en Portugal, con Antonio de Oliveira; etc…
Después con la crisis económica de 1929 la población perdió
la confianza en las democracias, a las que consideraban responsables de la
situación. Los partidos extremistas ganaron apoyos y muchos partidos extremistas
se radicalizaron. En este periodo nacieron tres regímenes dictatoriales
paradigmas del totalitarismo: el fascismo, el nazismo y el comunismo.
En las elecciones de Alemania de 1932, los comunistas y los
nazis fueron los más votados sin llegar ninguno a la mayoría absoluta.
Hindenburg, presidente de la república, debía decidir a quién llamar para
formar gobierno. Presionado, nombro canciller a Hitler en 1933. Después de eso,
Hitler ilegalizo los partidos políticos y sindicatos, excepto el nazi. También
acabo con todos los que pudieran oponerse en “la noche de los cuchillos largos”
u operación Colibrí, que tuvo lugar en Alemania entre el 30 de junio y el 2 de
julio de 1934. Murieron al menos 85
personas durante la purga, aunque el número total de fallecidos pudo ascender a
cientos, y más de mil oponentes al régimen fueron arrestados. La mayor parte de
los asesinatos los llevaron a cabo las SS y la Gestapo. Cuando Hindenburg murió
Hitler se convirtió en el presidente de la república, con lo que acumulaba los
tres cargos principales (jefe de Estado, jefe de Gobierno y presidente del
único partido legal)
Los líderes militares en Alemania, Italia y Japón, se
propusieron recuperar las riquezas de sus naciones.
Hitler preparó a Alemania para la guerra, en tanto Japón
atacó a China y desde Italia, Mussolini inició la lucha contra Etiopía, sin
encontrar resistencia por las otras naciones, a pesar de estar instituida la
Sociedad de Naciones, encargada supuestamente de mantener la paz.
La relaciones entre Italia y Alemania mejoraron cuando en
1936 se España se inició la Guerra Civil. Ambas potencias apoyaron al bando de
derecha, lo que provocó una fuerte colaboración. Como resultado, el 25 de
octubre de 1936 se forjo una alianza a la que se llamaría “Eje Roma-Berlín”.
Un mes después de que se formalizara el Eje Roma-Berlín (en
octubre de 1936), el Imperio Japonés firmó con la Alemania nazi el Pacto
Antikomintern, donde los dos países se aliaban contra la Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas (URSS) y se reconocía Manchukuo, un estado títere
originado durante la ocupación japonesa de la región china de Manchuria. Un año
después se incorpora a este pacto Italia, y luego los gobiernos de España y
Hungría.
Con el pacto, los grandes bloques basados en doctrinas
fascistas en Europa y uno de los países más importantes de Asia, el Japón
imperial, se apoyaban mutuamente en contra de la influencia de las doctrinas
del internacionalismo comunista promovido internacionalmente por el gobierno de
la Unión Soviética (es decir, fue un intento de Hitler de aislar a la URSS).
Dado que el nazismo era expansionista y pangermanista (que
pretendía unificar los territorios habitados por los alemanes), Hitler empezó
un proceso de expansión por Europa rechazando así las fronteras fijadas en el
Tratado de Versalles. Por otro lado, estaba la actuación del resto de países.
Francia temía una nueva agresión por parte de Alemania, por lo que quería
evitarla a toda costa. En cambio, el gobierno de Reino Unido y el de los
Estados Unidos subestimaron el peligro del rearme alemán, ya que permitieron el
rearme de Renania como parte de las políticas de apaciguamiento y que violaba
el Tratado de Versalles.
El gobierno británico adoptó una política de apaciguamiento
respecto al expansionismo alemán al pensar que al hacer concesiones a Hitler
conseguiría su colaboración contra el peligro soviético y además podría evitar
una nueva guerra. En 1938 Alemania invadió Austria y se anexionó a ella y la
región checoeslovaca de los Sudetes. En 1938 se reunieron Hitler y Chamberlain,
quien acepto la cesión de los Sudetes.
Pero Hitler no se detuvo ahí. Ambicionaba otro territorio:
Polonia. El 20 de marzo de 1939, Hitler realizó un discurso demandando un paso
por el corredor polaco, para conectar Prusia oriental con el resto de Alemania,
así como la anexión de la Ciudad libre de Dánzig. Dos días después, presionó a
Lituania para que cediese la ciudad de Memel. El Reino Unido reaccionó el 6 de
abril, anunciando un acuerdo militar bilateral con Polonia. Muchos consideraron
que esto representaba el fin de la política de apaciguamiento, pero en realidad
Chamberlain todavía no se resignaba a ir a la guerra con Alemania. Ni Francia
ni Inglaterra contaban con una estrategia de ayuda inmediata y la Unión
Soviética, el único país que parecía poder brindar asistencia militar rápida a
Polonia, era rechazado por esta última, que temía por su autonomía.
El primer indicio del aproximamiento germano-soviético se
dio el 3 de mayo, cuando Stalin reemplazó a Maxim Litvínov, judío étnico, por
Viacheslav Mólotov como Ministro de Relaciones Exteriores. Los nazis ahora
podían negociar de nuevo con la Unión Soviética. El 19 de agosto, Joachim von
Ribbentrop viajó a Moscú y se reunió con Mólotov, para la firma de un acuerdo
comercial por siete años. Luego, Ribbentrop sugirió extender el acuerdo al
ámbito político, para asegurar las buenas relaciones entre las naciones durante
la duración del acuerdo comercial.
El 23 de agosto, Ribbentrop se reunió con Stalin y se firmó
el Pacto Ribbentrop-Mólotov, que estipulaba la no-agresión entre la Unión
Soviética y la Alemania Nazi durante 10 años, así como la neutralidad de una
nación si la otra iba a la guerra con una potencia tercera, que podía
entenderse como Francia y el Reino Unido.
Un Protocolo Adicional secreto, desconocido hasta 1945,
indicaba que Finlandia, Estonia y Letonia pasarían a formar parte de la esfera
de influencia soviética, mientras que Polonia y Lituania serían repartidas
entre Alemania y la Unión Soviética. Además, la región de Besarabia sería
anexada por los soviéticos de Rumania. Hitler creía que el Pacto
Mólotov-Ribbentrop obligaría al Reino Unido y Francia a renunciar a su
compromiso con Polonia. Sin embargo, el 25 de agosto, el acuerdo anglo-polaco
de abril se transformó en una alianza militar. Esta reacción confundió a
Hitler, quien retrasó la invasión de Polonia por una semana.
El 1 de septiembre de 1939, Alemania
invadió Polonia. Hitler pronosticó incorrectamente la respuesta occidental, ya
que dos días después Francia y el Reino Unido le declararon la guerra dando
inicio a la Segunda Guerra Mundial. El 17 de septiembre la Unión Soviética
invadía Polonia desde el este. No obstante, dos importantes actores, los
Estados Unidos e Italia se mantuvieron fuera de la contienda inicialmente.
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