Por: JOSE FERMIN CANDEL
Una bomba atómica es un dispositivo que obtiene una gran
cantidad de energía explosiva con reacciones nucleares. Su funcionamiento se
basa en provocar una reacción nuclear en cadena descontrolada. Esto se hace
provocando una reacción de fisión de un núcleo pesado en elementos más ligeros
mediante el bombardeo de neutrones que, al impactar en dicho material, provocan
una reacción nuclear en cadena. Para que esto suceda es necesario usar núcleos
fisibles como el uranio-235 o el plutonio-239. Según el mecanismo y el material
usado se conocen dos métodos distintos para generar una explosión nuclear: el
de la bomba de uranio y el de plutonio.
Se encuentra entre las denominadas armas de destrucción
masiva y su explosión produce una distintiva nube con forma de hongo. La bomba
atómica fue desarrollada por Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial
gracias al Proyecto Manhattan, y es el único país que ha hecho uso de ella en
combate en 1945, contra las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki.
El “Proyecto Manhattan”
El 2 de agosto de 1939, Albert Einstein dirigió una carta a
Roosevelt, reclamando su atención sobre las investigaciones realizadas por los
científicos Enrico Fermi y Leó Szilárd, mediante las cuales el uranio podría
convertirse en una nueva e importante fuente de energía. En dicha carta además,
explicó la posibilidad de fabricar bombas sumamente potentes.
Los Estados Unidos, con la ayuda del Reino Unido y Canadá en
sus respectivos proyectos secretos, diseñaron y fabricaron las primeras bombas
atómicas bajo lo que fue llamado “Proyecto Manhattan”. La investigación
científica fue dirigida por el físico estadounidense Robert Oppenheimer. La
bomba atómica fue probada el 16 de julio de 1945, cerca
de Alamogordo, Nuevo México, en lo que se conoció como “Prueba Trinity”. La
bomba utilizada en la prueba, llamada “gadget”, causó una explosión cercana a
la que ocasionarían 20.000 toneladas de TNT, mucho mayor de la esperada.
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